lunes, 2 de marzo de 2020

Dicción y sus vicios



Dicción y sus vicios


La dicción es la forma de emplear las palabras para formar oraciones, ya sea de manera oral o escrita. La palabra dicción proviene del latín dictio, -nem, 'manera de hablar'.

INTRODUCCIÓN

Se habla de buena dicción cuando el empleo de dichas palabras es correcto y acertado en el idioma al que estas pertenecen, sin atender al contenido o significado de lo expresado por el emisor.

Al hablar y -sobre todo- al cantar, es fundamental evitar los vicios o defectos de dicción, como los ejemplos siguientes: -vistes, -íbanos, -gratituo, -tualla, -Saltío, -desborrar, -cállensen, -nadien.

La colocación de la voz consiste en producirla correctamente, tomando en cuenta la respiración, la colocación correcta del diafragma, la posición de los labios, la articulación y, desde luego, la dicción.

¿Qué es la dicción?  

En el latín es donde podemos encontrar el origen etimológico de la palabra dicción que ahora nos ocupa. Más exactamente emana de “dictio”, que es fruto de la suma de los siguientes componentes:
• El verbo “dicare”, que puede traducirse como “decir”.
• El sufijo “-ción”, que se usa para expresar “acción y efecto”.

La dicción se vincula a la manera en que se pronuncian las palabras. Cuando un hombre pronuncia cada término de manera clara, realiza la acentuación correctamente y utiliza las pausas apropiadas dentro de cada oración, puede afirmarse que tiene buena dicción. Es posible calificar las distintas construcciones según lo acertadas que resulten de acuerdo a las normas de la lengua. Dado que resulta fácil entender a quien se expresa de esta forma, también se indica que la dicción es limpia o clara. Cuando la construcción es correcta, se habla de buena dicción. Lo contrario deriva en una mala dicción.

Es importante tener en cuenta que la calificación de la dicción como buena o mala no tiene que ver con el significado que la persona quiere transmitir, ni con los contenidos que pretende expresar.

Hay profesionales que, en este sentido, es fundamental que cuenten con una buena dicción para poder desempeñar sus trabajos. Este sería el caso, por ejemplo, de profesores, de maestros o de políticos. Y es que todos ellos necesitan expresarse de la mejor manera posible para ser entendidos por quienes les escuchan y para conseguir que calen los mensajes que transmiten.

A la hora de poder mejorar la dicción, hay que tener claro que eso es algo que se puede hacer de muchas y diferentes maneras:
Controlando la velocidad con la que se pronuncian las palabras. Eso supone comenzar a practicar con un tono más pausado.
Cuidando en todo momento la respiración, para evitar así que se produzcan cansancios e incluso asfixia.
Es importante considerar que tener una buena dicción no significa eliminar el acento que se tenga. Los expertos en Logopedia dejan patente que el acento, es riqueza cultural, y que él en absoluto menoscaba el que alguien pueda conseguir la dicción perfecta que desea.
Para poder practicar y trabajar la dicción, se puede recurrir a una gran variedad de ejercicios y de técnicas. Entre ellas estaría repetir trabalenguas, recitar poemas, participar en debates y contraposiciones de opiniones…

La buena dicción, o la dicción limpia, no pueden albergar los llamados vicios o defectos del habla. Por eso es imprescindible evitar expresiones como “entiendanmen” (por “entiéndame”), “dotor” (por “doctor”) o “infeción” (“infección”). Como se puede apreciar, la dicción no está vinculada al entendimiento que se consigue en el oyente, ya que estas palabras fallidas son fácilmente reconocibles, aún cuando la dicción esté lejos de ser perfecta.


Vicios de dicción

Son un empleo de construcciones gramaticales inadecuadas o expresiones que generan una interpretación incorrecta.

Se conocen como vicios de dicción el empleo de palabras incorrectas que insertadas dentro de un discurso oral o escrito pueden generar en la audiencia o lector confusiones, incomprensiones del material o denotar tus niveles de estudio o experiencia en el tema. Los vicios de dicción pueden ocurrir en distintos niveles, como el fonético, semántico, ortográfico, sintáctico o morfológico. Se incluyen también los vicios de construcción, que no involucran a una palabra sola sino a una estructura mayor, como la oración.

Interviene en la dicción y el vocabulario, pues entiende todos los elementos que modifican el flujo cotidiano de la comunicación. Existen alrededor de 25 vicios de dicción, a continuación, se presentan unos cuantos:
Vulgarismo
Barbarismo o extranjerismo
Solecismo
Arcaísmo
Dequeísmo
Cacofonía
Pleonasmos y redundancias
Monotonía
Muletillas
Anfibología
Hiato cacofónico

Haremos un breve repaso por ellos y mostraremos algunos ejemplos, quizás has incurrido o incurres en alguno de estos y lo ignoras porque el resto lo hace, lo percibes como aceptable y común.


Vulgarismos:

Son todas aquellas palabras o expresiones empleadas en el dialecto popular de manera incorrecta. En este vicio de dicción se incluyen los términos que usan las personas comunes y corrientes de manera inapropiada.

Se refiere a pronunciar mal ciertas palabras por cambio de letras (agregados, supresiones, cambios de orden) o de acentuación. A veces, además de pronunciarse mal una palabra se escribe mal. Por ejemplo: diabetis (lo correcto es: diabetes).

Hay infinidades de casos de vulgarismo, vamos a citarte algunos de tipo vocálico:

-Cierre de la vocal e, delante o detrás de a, o delante de o, hasta pronunciarse prácticamente como una i:
Vamos para el tiatro (teatro)
Voy a golpiarlo (golpearlo)
Y bueno estoy cada día pior (peor)… ¡La verdad que sí!

-Por asimilación: El sonido de una palabra experimenta un cambio por atracción de otro de la misma palabra. Miñique por meñique.

-Un error muy extendido es la realización de la segunda persona del singular de los pretéritos indefinidos con la adición vulgar de una –s final: Hablastes, comistes, sentistes por hablaste, comiste y sentiste.

-Si eres proveniente de un país de habla hispana es muy común que pronuncies: Abogao, crúo, dormío o na por abogado, crudo, dormido o nada y consiste en la supresión de la consonante d cuanto esta entre dos vocales.


Barbarismos o extranjerismos:

Los barbarismos son vicios del lenguaje que consisten en pronunciar o escribir mal ciertas palabras, o emplear vocablos impropios, por creer que tienen cierto significado, cuando en verdad su significado es otro.

Son palabras formadas incorrectamente o alteradas por la influencia de una lengua extranjera, cuando existen equivalentes en español y, por tanto, no siguen las reglas que se usan.

Aquí se listan algunos barbarismos muy comunes a modo de ejemplo, con la correspondiente aclaración de cuál es la palabra correcta:

‘Comprastes’ por compraste.
Guevo’ por huevo
‘Inaguración’ por inauguración
‘Nadies’ por nadie
‘Picsa’ por pizza
Custión’ por cuestión
‘Interperie’ por intemperie
‘Fuistes’ por fuiste
‘Ambos dos’ por ambos
‘Jrito’ por frito




Solecismos:

Aquel vicio del lenguaje que consiste en cometer errores, faltas o alteraciones a las reglas dadas acerca del oficio y uso de las distintas partes de la oración, como la inadecuada ubicación de los adjetivos dentro de sintagmas nominales complejos, falta de concordancia, la alteración del orden de los pronombres, la alteración del orden lógico de la oración, la inadecuada utilización de preposiciones o adverbios, etc. 

Un solecismo es un error en la estructura de una oración. Puede ser un error de concordancia, un error en la conjugación de un verbo, una preposición incorrecta, etc.

Por ejemplo:

No me lo recuerdo (lo correcto es: no lo recuerdo)
La distancia debe ser mayor a un metro. (lo correcto es: La distancia debe ser mayor que un metro).

De acuerdo a los errores cometidos, tenemos algunos ejemplos:

-Ejemplo por discordancia o falta de concordancia, cuando no existe conformidad entre género, número y persona.
Una poco de agua
Hubieron manifestaciones

-Cuando se emplean de forma incorrecta las preposiciones:
De acuerdo a en lugar: De acuerdo con

-Cuando se emplea incorrectamente los nombres o las variantes pronominales:
Yo volví en sí, en lugar de yo volví en mi.



Arcaísmos:

Un arcaísmo se usa para designar un término léxico o un elemento gramatical que ha desaparecido del habla cotidiana, pero que es usado en ciertos contextos o entendido por los hablantes.

Se refiere a una palabra o tipo de expresión que se utilizaba de manera frecuente en la antigüedad y que ha resurgido como un modo de expresión actual.

Los arcaísmos se suelen utilizar para embellecer textos, aunque no es recomendable su abuso ya que pueden dificultar la comprensión.

 Por ejemplo:
cuasi,    
   empero,    
    agora,
aguaitar (acechar),  
           aguardo (esperar),
 asadura (hígado y bofes), 
    atracar,             
  puñetero,
 tapujos,             
adrede (a propósito, de forma deliberada),
 colorete (rubor, polvo compacto de color cobrizo),
alforja (bolso de manos o cartera),  
           fierro(hierro).






Dequeísmo:

El Dequeísmo consiste en usar incorrectamente las palabras "de que" en lugar de simplemente decir "que":
Dijo de que se marchaba (dijo que se marchaba)
Me alegro que estés bien. (lo correcto es: me alegro de que estés bien)
Es probable de que se rechace la hipótesis nula, cuando lo correcto es que se rechace la hipótesis nula.

Para conocer si existe dequeísmo, si transformamos la oración en interrogativa solamente aparecería la palabra "que":

Dijo de que se marchaba → ¿Qué dijo? (es dequeísmo)
Se preocupa de que pueda llover→ ¿De qué se preocupa? (no es dequeísmo)

Ejemplos:
Me parece de que no es correcto
Pienso de que podrías acompañarme
Me ha dicho de que vendrá tarde
Los antiguos creían de que la Tierra era plana
Opinaba de que estaba equivocado
Creo de que es lo justo
Le informamos de que su saldo está próximo a agotarse
Le comunico de que debe presentar la documentación en cinco días
La policía impidió de que el ladrón se escapara
Me imagino de que lo conseguirá
Le aconsejo de que estudie todo lo que pueda



Cacofonía:

La Cacofonía es un vicio del lenguaje que consiste en repetir sonidos o sílabas en palabras próximas provocando un efecto sonoro desagradable. La Cacofonía proviene etimológicamente del griego "kako" (malo) y "phoné" (voz).

Es cuando ocurre la repetición de forma no intencional de un morfema que genera disonancias durante la pronunciación por causa de sílabas semejantes o idénticas.
Se trata de un vicio del lenguaje fácilmente detectable a través de la lectura en voz alta de algo escrito, y evitable en la mayoría de los casos mediante el uso de sinónimos o cambiando el orden de las palabras:
Parece que ya aparece la Luna por el horizonte (incorrecto)
Parece que ya sale la Luna por el horizonte (correcto)

Por ejemplo:
-       Parece que aparece.
-       Tomando té te mejorarás.
-       Cuando cayó, yo ya había llegado.
-       Quieres que te quiera como tú quieres.
-       Firme la forma solicitada.
-       Hizo caso omiso.
-       Lo vimos venir de regreso
-       Dímelo con confianza.



Pleonasmos y redundancias:

El Pleonasmo o Redundancia consiste en utilizar palabras innecesarias que no añaden nada nuevo a la idea que se quiere transmitir.

Ejemplos:
Persona humana
Miel de abeja
Callar la boca
Tubo hueco por dentro
Construyeron un túnel subterráneo
Subir arriba
Constelación de estrellas
Salir afuera
Aun todavía no ha llegado
Entrar adentro
El avión volaba por el aire a gran velocidad
Bajar abajo
¿Cómo están ustedes?
Le presento a usted a mi hermano
Verla con mis propios ojos
Aplaude con las manos
Barriendo con la escoba
Calzar el zapato
Cuchillo para cortar
Descargar la carga
Dentífrico para dientes
Regalo gratis
Repetir de nuevo
Repetir otra vez
Regla para medir
Réplica exacta
Supuesto hipotético
Se acaba de acabar




Monotonía:

La Monotonía es aquella forma de comunicación que refleja el desconocimiento de la variedad del léxico, existe una pobreza en el lenguaje, usa los mismos términos parecidos o imprecisos, para expresar ideas o pensamiento, repite vocablos vagos o imprecisos que restan calidad a la información (especie, cosa, algo, puso, de lo que es...), uso de verbos que sirven para todo propósito (hacer, decir, tener, poner, haber, ser, estar, etcétera).

También conocida como pobreza léxica o del lenguaje y se da cuando nuestro vocabulario es muy débil, poco nutrido limitando o impreciso.

Ejemplo: Tiene el primer puesto en la competición, por ocupa el primer puesto en la competición.
Otro es: Hacer un edificio en lugar de construir un edificio.

A continuación, varios ejemplos de Monotonía y la expresión correcta:

Tu perro es de una especie poco común - (Tu perro es de una raza poco común)
No sé a qué cosa te refieres - (No sé a qué tema te refieres)
El maestro es algo extraño - (El maestro es un poco extraño)
Le puso una carta al amigo - (Le envió una carta al amigo)
Hablaré de lo que es la inteligencia - (Hablaré acerca de la inteligencia)
Hacer una casa - (Construir una casa)
Hacer un pastel - (Cocinar un pastel)
Hacer un ensayo - (Redactar un ensayo)
Tener grandes cualidades - (Poseer grandes cualidades)
Tener el primer lugar - (Ocupar el primer lugar)
La casa tiene 120 metros cuadrados - (La casa mide 120 metros cuadrados)




Muletillas:

Las muletillas son apoyaturas que el hablante utiliza como “muleta” o “bastón”, para sostener el habla o para recuperarse de los bloqueos mentales. Rellenar los espacios de la conversación con palabras innecesarias. Por ejemplo: Bueno, este…es que…

Formalmente conocidas como marcadores discursivos, estos recursos ayudan a orientar al receptor respecto de la actitud que tiene el emisor respecto de aquello que está pronunciando.  Por ejemplo: Eh… como venía diciendo…

De manera más o menos consciente, las muletillas se utilizan por diferentes motivos, logrando diferentes efectos, deseados o no, en el discurso. Algunos de ellos son:

-       Expresar de manera inconsciente las intenciones del emisor. Por ejemplo: No es que lo diga yo, lo dice el reglamento.

-      Subrayar, matizar o resignificar palabras. Por ejemplo: La reunión no es importante. Quiero decir: sería bueno que vayas, pero si faltas, no es grave.

-     Mantener el interés del receptor. Por ejemplo: Vean ustedes lo que les voy a contar… la próxima semana aprobarán la ley.

-   Darle al emisor un momento para recuperarse de las complicaciones que atraviesa al momento del habla, establecer pausas para pensar en medio de la exposición. Por ejemplo: ¿Qué les iba a decir? Ah, sí, cierto… tenemos la sentencia.

-   Generar ciertas complicidades o acuerdos con el receptor. Por ejemplo: Ni siquiera me preguntó cómo me sentía, ¿me entiendes?

Algunos ejemplos son los siguientes:

-       ¿Qué te iba a decir? Ah, sí… ¿Vamos al cine mañana?
-       No sé tú, pero yo, me voy a mi casa.
-       Lo que te quiero decir es que, si leíste todo el material, te irá bien en el examen.
-       La música estaba muy alta, de hecho, se escuchaba desde la esquina.
-       Mire usted lo que le voy a contar… el vecino de enfrente se ganó la lotería.
-       Ya que hace este calor, ¿vamos a tomar un helado?
-       Está más alto, ¿viste?
-       Lo que sucede es que no tiene ganas de salir de su casa, así que no vendrá.
-       ¿Viste? Los Rolling Stones vuelven al país en marzo.




Anfibología:

La Anfibología consiste en emplear frases que tienen varias interpretaciones:
Estaré solo este fin de semana → da lugar a dos interpretaciones:
estaré sin compañía este fin de semana
estaré solamente este fin de semana

La Anfibología es un vicio del lenguaje ya que provoca ambigüedad y falta de claridad, dificultando la comprensión del mensaje. Etimológicamente proviene del griego "amphibolia" de "amphi" (ambos lados) y "bolia" (tiro, disparo, ataque).

Para evitarla debemos precisar el significado de las palabras, delimitar el contexto del mensaje y emplear estructuras gramaticales adecuadas que eviten la ambigüedad.

Ejemplos:

Juan fue a visitar a su hermano en su camioneta → no está claro si la camioneta es de Juan o de su hermano
La fotografía → no sabemos si "fotografía" funciona aquí como sustantivo o como verbo
Te vi con gafas → no está claro quien llevaba puestas las gafas
El avión aterrizó a las nueve → puede tratarse de las nueve de la mañana o de la noche
Tomé un café solo → ¿se tomó un café sin compañía o se tomó un café sin leche?
Me decía que el no fumaba incesantemente → ¿se lo decía incesantemente o fumaba sin parar?
Elena vio a su amigo saliendo del metro → ¿quien salía del metro, Elena o su amigo?
María cenó con su amiga Marta y su marido → ¿el marido de María o el de Marta?
Nos sentamos en un sofá del salón que era de color oscuro → ¿qué era de color oscuro, el salón o el sofá?




Hiato cacofónico:

El Hiato o Hiato Cacofónico consiste en repetir la misma vocal en sílabas o palabras próximas provocando un efecto sonoro desagradable:
Va a Argentina

Se puede evitar empleando sinónimos o cambiando el orden de las palabras: 
Ya aparece el Sol por el horizonte (incorrecto)
Ya sale por el horizonte el Sol (correcto)

Ejemplos:

Iba a arreglarlo
Paga a Ana lo que le debes
Juan está allá arriba
Es un trabajo horroroso
Ese es
¿De este es el que necesitas?
Castigo horriblo
Corrí incansablemente
Acabo otro o oigo música
Cae agua abajo



Lista de ejemplos de vicios de dicción

Se dan a continuación ejemplos de vicios de dicción (incluyendo también algunos de construcción); entre paréntesis se indican las formas correctas.

-       Aujero (agujero)
-       Inhalador de bolsillo eléctrico (inhalador eléctrico de bolsillo)
-       ¡Qué bueno! Aprobastes el examen. (aprobaste el examen)
-       Me compré pastillas para la tos. (me compré pastillas contra la tos)
-       Lo hizo de casualidad. (lo hizo por casualidad)
-       Alverjas. (arvejas)
-       Cuando Miguel conoció a su secretaria, ya tenía tres hijos. (Cuando Miguel conoció a su secretaria, él ya tenía tres hijos o Cuando Miguel conoció a su secretaria, ella ya tenía tres hijos, según corresponda).
-       Se lo dijieron bien clarito .(Se lo dijeron bien clarito).
-       Me parece a mí que no va a llover. (Me parece que no va a llover).
-       Alquilan la oficina con o sin muebles. (Alquilan la oficina con muebles o sin ellos).
-       Lo hizo so pena de arresto. (Lo hizo bajo pena de arresto).
-       Su amiga estaba media triste. (Su amiga estaba medio triste).
-       El ruido y la luz me despierta muy temprano. (El ruido y la luz me despiertan muy temprano).
-       Le dije de que no quería salir. (Le dije que no quería salir).
-       Ojalá que no haiga problemas. (Ojalá que no haya problemas).
-       No esperaba a naides. (No esperaba a nadie).
-       A grosso modo creo que había 200 personas. (Grosso modo habría 200 personas).
-       Hubieron más invitados que sillas. (Hubo más invitados que sillas).
-       Estaba güenísimo el asado. (Estaba buenísimo el asado).
-       Las nenas de mi sobrino son demasiadas inquietas. (Las nenas de mi sobrino son demasiado inquietas).


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